lunes, 29 de septiembre de 2014

Symphony X- Paradise Lost (Power Progressive)- 2007

En la tremenda carrera de los de Nueva Jersey, hay disco para todos los gustos y colores. Pero yo tengo que decir, que a este "Paradise Lost" le tengo un cariño especial. Si, es menos teatral y orquestal, pero lo compensa todo en dureza y garra, ¡porque de eso tiene para dar y tomar!.
El disco está basado en el poema épico de John Milton, que es considerado una obra clásica inglesa. Un poema de mas de 10.000 versos que tratan de la caída de Adán y Eva. Donde se habla del bien y el mal, del cielo y del infierno como estados de ánimos, más que de estados físicos y en donde Satanás intentará vengarse de Dios a través de los seres que acaba de crear y que viven en una felicidad permanente. Promete, ¿no?


Con una intro de 2:35 minutos para abrir el apetito como es "Oculus Ex Inferni", donde los coros, la orquestación y la magia se juntan y elevan para abrirte las puestas de este discazo. Donde desde el primer momento con "Set the World On Fire (the lieof Lies)", vemos lo que nos trae "Symphny X", con riffs potentes, coros y estribillos pegadizos, las increíbles batallas sin piedad entre el piano y la guitarra a una velocidad extrema, tan característico en ellos. Pero si algo me atrapa siempre, es esa voz que tiene Rusell Allen, con su tremendo registro y el veneno que suelta en cada palabra.

No hay canción mala en todo el redondo, temas largos con tanta intensidad, cambios y texturas que no te dan tiempo ni a poder aburrirte, canciones como "Domination" con su sonido endurecido donde se juntan todos los instrumentos a la perfección y hacen esas lineas y melodías a toda velocidad, como si de un cohete se trataran. "The walls of Babylon", mi preferida del disco, con una batería incontrolable demostrando todo su poderío. Música con mil detalles en los que fiarse, que te hacen escucharlas una y otra vez con todo detalle, en donde parar una canción a mitad, te duele ya que necesitas ver el final una y mil veces.

Pero también hay tiempo para baladas como "Paradise Lost" y "The Sacrifise" , donde disfrutar de la voz es una obligación y el piano te ataca directamente al corazón. Y es que hay tanto para no perderse, el épico arranque de "Eve of Seduction" o la complejidad y detalles progressives de "Seven", que fue elegido como single, y donde todo el grupo se luce.

Un disco y un grupo que todos los amantes de esta música deberían tener siempre cerca. Donde no bajan el nivel ni un solo segundo, y la calidad no se acaba nunca. ¡Genial!.



Autor reseña: Jorge Bielba

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