sábado, 29 de noviembre de 2014

Satan- Life Sentence (Heavy Metal)- 2013

Que los sonidos retros, recordando los grandes tiempos de los 70 y los 80 están de moda, es un hecho (de lo que un servidor no tiene ninguna queja). Solo hay que ver todos los discos de grupos modernos con esos sonidos clásicos. Pero el caso de estos "Satan", es un tanto diferente. Pues ellos son un grupo de la vieja escuela, contemporáneos de la New Wave Of British Heavy Metal, como otros grupos con los que hemos gozado y crecido, "Judas Priest", "Saxon" "Maiden" o "Motorhead", casi nada. Solo que nuestros protagonistas de hoy, no corrieron tan buena suerte en cuanto a popularidad, como los grandes. Aun que siguieron trabajando, con cambios de formación, de nombre, separaciones y reunificaciones. En resumen, que después de 26 años en silencio, sacan este "Life Sentence", una pedazo de obra, con 10 temazos y esos sabores y sonidos de antaño.


Sin duda, lo primero que hice al escuchar el álbum la primera vez, fue sonreír. Porque madre mía, lo tenia todo. Buenos temas que te entraban desde el primer segundo, con un cantante, liderando la banda con su voz, sin ser ni estridente, ni forazada, tan solo narrandote sus historias a la perfección y lo mejor de todo, colocando los agudos que tanto nos gustan y que todos intentamos hacer en nuestras casas, siempre en el momento necesario de la canción.

El trabajo de las cuerdas es de lo mejor del disco, sino escucha "Twenty Twenty Five" y el despliegue de armónicos que se gastan, o las cruzadas y enredadas guitarras de "Siege of Mentality", ágil y pegadiza, de mis preferidas del disco. "Life Sentence" tiene ese sonido más sucio y distorsionado con esos coros facilones, un tema más Hard Rockero, de los que nos gustan y nos traen tantos recuerdos. Y es que no puedo evitar sonreír otra vez, mientras escribo esto.

Otra de las que no pueden pasar desapercibidas es "Incantations", de las más trabajadas, haciendo un ambiente más oscuro, como el de la intrigante Portada. La batería funciona muy bien durante todo el trabajo, me gusta mucho en "Personal Demon", con sus juegos con los platillos, con un sonido retro, antiguo, genial y que caduco hace mucho tiempo, pocas canciones se oirán así, a no ser que escuche el nuevo de Black Sabbat. El bajo se hace notar un poco más en "Tears of Blood", donde la niebla nos rodea, y las melodías juegan por nuestro alrededor.

Trabajo muy serio, grandes melodías, batallas entre las guitarras, muy buena instrumentación, gran Frontman, y sabores añejos. Yo la verdad es que no puedo pedir más, lo que daría porque saliera un disco así, al año. Dejate seducir por "Satan" y sus sonidos clásicos del Heavy ingles del que tanto hemos mamado.

 
                                       

Autor reseña: Jorge Bielba.
 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Insomnium- One For Sorrow (Melodic Death)- 2011

Hay grupos que sacan discos, y otros que simplemente hacen música, "Insomnium" es de los del segundo grupo. Nos tienen muy bien acostumbrados con sus trabajos, este año mismamente nos han sacado otro tesoro para guardar, con "Shadows Of The Dying Sun", pero de ese ya hablamos otro día, ya que si tengo que hacer una reseña de estos capos del Death Melodico, es con este "One For Sorrow", donde los finlandeses (de donde si no) en un estado de gracia compusieron este álbum, con su sonido tan reconocible, un viaje de intensidad y melancolía, al que me acerco muy frecuentemente.


"Insomnium" ya tiene muchos años de experiencia, con el que ya han alcanzado cierta madurez, y aunque van evolucionando su sonido con cada disco, la esencia siempre permanece, ese tempo lente pero contundente muy Doom, una instrumentación y unas melodías tan atmosféricas, que usualmente son lluviosas y melancólicas que te empapan  y casi hasta las puedes oler. Y sobretodo esa voz profunda y gutural que permanece sin cansancio durante todo el disco. Solo necesitan una producción perfecta y sacar toda la calidad que desprenden con tanta facilidad.

Cada canción es una historia, donde podremos notar muchos sentimientos como rabia, desolación o simplemente aceptación. No hay nada mejor que perderse en la hipnotica "Inertia", con su guitarra acústica, que va cogiendo fuerza, hasta expulsarla, donde todo suena donde tiene que estar, perfecto el trabajo de la batería. Hay temas más fáciles y directos como "Through The Shadows" o "Song Of The Blackest Bird", con melodías pegadizas y algo más rápidas con la potencia del Death con un equilibrio a la perfección, y donde disfrutar de toda la instrumentación es una obligación.

Cortes más duros que te dejan sin aliento, como "Only One Who Waits" o "Every Hour Wounds", pero si algo me pone los pelos de punta con estos finlandeses, son sus partes más intimistas como la que da nombre al disco "One For Sorrow", donde se ve toda su magia, que les hace diferentes. Y para un amante del Porgressive como yo, sin duda es una sorpresa escuchar algo como "Lay The Ghost To Rest", donde más de un grupo firmaría por una canción así, el interludio de en medio, perfecto, delicado seguido de garra.

Supongo que algunos les tacharan, por ser, demasiado ambientales y ultra melódicos, pero sin duda, solo hay que cerrar los ojos y disfrutar del paisaje que crean, sencillamente eso. Sin duda, uno de los trabajos más serios que he escuchado.


Autor reseña: Jorge Bielba.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Intronaut- Habitual Levitations (Progressive/ Post Metal)- 2013

Hoy escribiré, de uno de los discos salidos del horno recientemente, que nunca me canso de escuchar, y del cual siempre descubro un detalle nuevo que me hace adorar más este disco. Y es que los californianos, con su cuarto disco me dejan siempre maravillado. Van cogiendo nombre y fuerza y poco a poco, y ya se van juntando con los grandes como "Mastodon" o "Meshuggah" en su última gira por América. Con un sonido muy pulido y trabajado, absorviendo influencias de diferentes pilares y haciendo guiños a otros tantos, que más se puede pedir para un disco.


Si algo vamos a percivir desde el primer momento en "Intronaut" es como disfrutan jugando con los tempos, intensidades, cambios de voces y sonidos. Sino escucha "Milk Leg" elegido como el single del disco, tema enrevesado, donde los instrumentos se cruzan y se fusionan, con toques desde jazz hasta "Meshuggah" todo con sus toques característicos, no es un tema directo y pegadizo, pero sin duda es hipnótico, donde no tienes otro remedio que dejarte llevar y disfrutarlo.

El disco empieza y termina con dos piezas de 8 minutos, "Killing Birds with Stones" y "The Way Down" donde están pulidas y mimadas cada mínimo detalle. Cada ambiente, cada sensación que nos transmite, riffs diversos, una batería que va evolucionando y creciendo a medida que corren los segundos. "Steps" un tema diferente  que no te dejara indiferente, con más distorsión en las guitarras, y ese efecto en voces tan "Ghost", creando un eco fantasmal. Uno de los momentos que más me sorprende siempre es en "Eventual" y su transformación de un tema más duro a un instrumental atmosférico.

Puede que mi preferida sea "Harmonomicon" el cual va naciendo, despacio, sin prisas, con tranquilidad, seguramente la que más le ponga la etiqueta de Post. Y que cambiará con unas intensidades, unas melodías, podríamos decir melancólicas y los aromas a jazz. Aun que de los temas que más recuerdas una y otra vez, después de oír el disco sin duda es "The Welding", más progressive, donde el trabajo de cuerdas, tanto en el bajo como en las guitarras no tiene desperdicio, y esa voz limpia que te atrapa y un solo, pura escuela "Mastodon", como no me van a gustar estos tíos. Por último, solo me queda decir la genial sensación de libertad, que se respira en "Blood From a Stone", solo voz y una acústica como protagonistas.

Increíble trabajo, "Habitual Levitations", que recomiendo muchísimo a todos, el cual siempre hay algo nuevo en lo que fijarse, donde solo tienes que darle al Play, y ellos ya saben perfectamente darte la máxima tranquilidad o la rudeza y tensión que necesitas.


Autor reseña: Jorge Bielba


domingo, 16 de noviembre de 2014

Nevermore- This Godless Endeavor (Thrash/ Heavy)- 2005

La verdad es que este disco de los americanos, siempre me ha parecido un trabajo más que perfecto para escuchar esos días en los que no te apetece ni cosas densas y rudas, pero tampoco cosas melosas y pomposas. Un disco aterrador, que te transportará a escenas de películas de miedo, con su toque mágico y tétrico. Un disco rápido, melódico, pegadizo, con una voz que te atrapa desde el primer instante. De "Nevermore", sin duda mi preferido.


Ya con "Born", el tema inicial, nos imaginamos lo que nos vamos a encontrar en el disco. Riffs afilados, unos ritmos que crean unas atmósferas pantanosas y escalofriantes, pero muy melódico sobretodo en el estribillo. "Final Product", una de mis preferidas del álbum, más directa, pero contundente con un trabajo de guitarras y batería perfecto, temas para tararear durante días y el juego de voces metiéndote a la perfección en la canción, dios siempre me quedo embobado escuchando la voz.

Y es que el disco es una metralleta de buenas y oscuras canciones para todos los gustos. En "Bittersweet Feast", te transportan a un lugar más lúgubre y tétrico, sin duda como manejan las emociones es de admirar, y el solo de guitarra increíble, de los mejores del disco. También se atreven hasta con una balada "Sentient 6", o algo así porque es perfecta para ser tocada en un cemeterio iluminado con velas.

"My Acid Words" y "Medicated Nation" son mas intensas y fuertes, con unos riffs que no te defraudaran. Un tema instrumental como "The Holocaust Of Thought" que es un lucimiento de guitarra.

 "Sell My Heart For Stones" donde destaca la voz, entre asustada y maligna. Y es que de esto va el disco, del terror, sino escucha "The Psalm of Lydia", con su atronadora batería. O el inicio de "A Future Uncertain", con esas guitarras acústicas y una voz susurrante, aun que después despliegan un instrumental rápida y de una calidad brutal. Para cerrar "This Godless Endeavor", que da nombre al disco,  el tema más largo y donde se conjugaran detalles del resto de canciones, una forma perfecta para cerrar.

Un disco muy completo y trabajado, donde es de admirar todas esas texturas y sensaciones tan frías de peli de miedo clásico que te transmiten. Que no sabes que ponerte, pues deja que te lleven al mismo cementerio, con este disco de Nevermore.



Autor reseña: Jorge Bielba.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Man Must Die- Piace Was Never an Option (Technical Death Metal)- 2013

Lo de estos escoceses no tiene nombre, ni limite. Cuarto disco de estudio y cuarto pepinazo, con el que más de uno se echa las manos a la cabeza, de que no estén en las primeras filas, ni se acercan. "Piace Was Never an Option", con su genial portada, es la mezcla perfecta para mi gusto entre la tralla y brutalidad (que son muy burros estos escoceses), las melodías, haciendo que las canciones te lleguen mucho más, pero sin pasar a la pomposidad que vemos en muchos otros discos, y por supuesto, la técnica, desplegando unos riffs, solos, juego de melodías y cambios, mezclando mil influencias, estilos y todo medido con matemáticas a la perfección. ¿Buena presentación,no?.


Sin más miramientos te sacan una serie de temazo tras temazo, cada cual más bestia que el anterior. Donde el freno y el aburrimiento, son palabras que no existen en el mundo de "Man Must Die". Lo que más me ha enganchado siempre de ellos, es su mezcla tan popurrí y tan bien relacionada de estilos, ya que en 5 minutos, puedes encontrate riff machacones, cambios a otros más de los inicios de la escuela Sueca, voces desgarradoras, algún pasaje puro de Black clásico, estribillos potentes, melodías pegadizas, varios solos de guitarra, un poco de instrumentación más pausada que bien firmaría algún grupo de progressive y vuelta a empezar a la tralla. Así, sin despeinarse. Sino escuchar las maravillas como "Sectarian" o "Hiding in Plain Sight". Aun que estas no son las únicas excepciones del disco.

Y es que es difícil elegir algo que destacar, entre tantos detalles que hay en estos 54 minutos, "The Hell I Fear" y su mortífero ritmo inicial, el doble pedal que despliegan en esta canción, es de admiración. El solo más clásico de "The Patriot" entre tanto riff asesino. "The Price You Pay", mucho más melódica, con los juegos de guitarra y algún instante, de protagonismo del bajo. Sin duda, intensa.

Me gusta la pequeña instrumental acústica "Dissolution" que le da un poco de brillo al disco, y su continuación, "Absence Makes the Hate Grow Strong", uno de los temas más duros y pesados, imaginaros. Aun que la guinda del pastel, llega cerca del final, con "Abuser Friendly" donde participa, el señor Max Cavalera, que se le ve en plena forma, como en sus mejores tiempos de Sepultura. Perfecta combinación de voces y tema super épico. "The Day I Died" con el tempo ya más pausado, a modo de despedida y cierre de este disco.

Si no los conoces, y te gustan las experiencias fuertes, ya estas tardando en ponértelo. Si te gustan las cosas más tranquilitas, mejor otro día con otro disco. Increíble, e imposible prestar atención de todos los juegos y matices que despliegan a lo largo de las canciones. Así que perfecto para disfrutar más de una vez. ¿Se darán más a conocer en el panorama, con este trabajazo?.


Autor reseña: Jorge Bielba.






martes, 11 de noviembre de 2014

Supertramp – Supertramp (Progressive Rock) –1970


Si pensamos en grupos clásicos de rock, especialmente de los 70 y 80, Supertramp es, sin duda, uno de los más conocidos. Ya sea por “Dreamer”, “It’s Raining Again” o “The Logical Song”, entre muchas otras, Supertramp ha sido (y es) un grupo muy influyente. Su mezcla de rock clásico y estructuras progresivas, con un toque más accesible y luminoso que otros grupos similares, hacen de Supertramp uno de los grupos más conocidos y queridos dentro del panorama rockero.

Sin embargo, precisamente la grandeza y éxito de muchos de sus discos ha eclipsado a otros más discretos. Este es el caso de Supertramp, primer y homónimo disco del grupo: el gran desconocido. Y no es que sea más flojo que sus sucesoreso se le noten más costuras. El hecho es que este trabajo es bastante diferente de los siguientes, pues aquí encontramos un disco muy progresivo y oscuro, digno de Pink Floyd o King Crimson. Es comprensible que, dada la mayor comerciabilidad de su etapa de oro, este disco fuera considerado como un experimento fallido, una probatura en busca de un sonido contundente, o ambas cosas a la vez.



El disco empieza con una versión reducida de “Surely”, una balada de guitarra de poco más de medio minuto de duración con la suave y dulce voz de Roger Hodgson. Sin embargo, la recordaremos más tarde, pues la última canción del disco es la versión completa, que da un final épico y alegre a esta experiencia sonora. Tras la primera versión, nos metemos de lleno con “It’s a Long Road” y “And I Am Not Like Other Birds of Prey”, dos cortes de rock clásico que bien podrían estar incluidos en Crime of the Century sin distinguirse del resto, de no ser porque contienen estructuras más complejas y un sonido más serio. 

Especial mención merece “Words Unspoken”, cuya letra es todo un poema que, aderezada con la cadencia hipnótica marcada por la batería, te transporta a otro mundo. Sensacional el arreglo de guitarra que ayuda aún más a perderse entre las palabras nunca pronunciadas.

“Maybe I’m Beggar” es una canción puramente progresiva cuyo resultado es tan bueno que, de pertenecer a otro grupo,bien podría haber sido todo un clásico. Empieza tranquila, prácticamente a capella, y poco a poco va aumentando el ritmo a medida que se unen más instrumentos. Finalmente, con el solo de guitarra, los ánimos acaban de encenderse y llega el desenfreno con el juego entre el sintetizador y la guitarra. En “Nothing to Show” encontramos la canción más hard rockera del disco, con un ritmo y una fuerza implacables que desde el principio te hacen mover el esqueleto.

Y así llegamos a la joya de la corona, para mí, personalmente, la mejor canción del disco: “Try Again”. Sus doce minutos de duración son una montaña rusa de emociones, con cambios suaves y bruscos, si no desconcertantes. Se inicia con el sonido misterioso de un flageolet (similar a la flauta travesera) apoyada por el sintetizador y una voz, suave y casi susurrante, que sigue la línea melódica. Tras el estribillo, un golpe de autoridad de guitarra y batería muestran la potencia latente de la canción. Algo se está cociendo por dentro. Cuando vuelve el estribillo, más animado, no hay duda de que estallará un vendaval de rock duro y frenético. Gatillazo. Eso es lo que sucede cuando, contra todo pronóstico, sólo se escucha a la guitarra frenándonos en seco. Pero merece la pena. Y es que la parte instrumental que sigue a este coitus interruptus es la definición perfecta de música progresiva: no encontraremos lo mejor en técnica o complejidad, pero la progresión de intensidad de 0 a 100 es tan perfecta que quitar una sola nota dañaría considerablemente todo el conjunto. Nunca mejor dicho, el conjunto es mucho más que la suma de las partes. Cual veneno entra por los oídos y, sin que te des cuenta, se extiende por todo tu cuerpo y te obliga a moverte de forma involuntaria, en sacudidas de locura desatada, justo lo que necesitábamos. Tras el clímax vuelve una cierta calma y vuelve el estribillo, que vuelve a animarse. Y de pronto, silencio absoluto. Estupor absoluto hasta que se oye un conjunto de sonidos inconexos como de pruebas de sonido antes de un ensayo. Finalmente conectan las ideas, se vuelve a animar la canción, y por fin, el estribillo desata toda la fuerza esperada y finalmente anuncia el final de este viaje musical inolvidable.

A cada personale gustará más o menos este disco, pero es innegablela calidad que desprende, especialmente si consideramos que se trata de su primer disco. Cualquier grupo de este estilo firmaría estrenarse de esta forma. No me extrañaría que fuera uno de los discos más infravalorados de la historia, pues ha sido completamente eclipsado por todo el éxito posterior del grupo. Permitidme que os recomiende tomar quince minutos de vuestro tiempo y lo empleéis en disfrutar de “Try Again” en todo su esplendor. Dedicad doce de ellos a la canción en sí, cerrad los ojos, dejaos llevar por ella y, por favor, no tengáis prisa, no miréis el reloj y estropeéis su magia.Ya emplearéis los tres minutos sobrantes en recuperaros de tal viaje astral y reflexionaréis qué os ha pasado. Y si no funciona, volvedlo a intentar…



Autor reseña: Pau Edo Ferrando.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Clutch- Earth Rocker (Hard Rock/ Stoner Rock)- 2013

Con 20 años a sus espaldas, los americanos "Clutch" y su Stoner adictivo, del que mola, del de malotes, nos sacaron su décimo álbum, y mejor nombre no le pudieron poner, "Earth Rocker" y eso es lo que quieren. Así que ya sabes lo que toca, alegrarse el día, ponerse la música bien alta y acompañarles en este viaje, si es posible junto al rugir de tu motocicleta. ¡Rock and Roll!


Y apretamos bien el acelerador, con la canción que le da nombre al disco, "Earth Rocker", potente, con un estribillo brutal que nos activa, nos mueve y el rock circula por nuestras venas. Pero esto es solo el comienzo, con la siguiente, "Crucial velocity" ya si que lo tienes que dar todo, donde seguimos acelerando con ese riff afilado y contundente. Y para terminar ya el comienzo de este discazo, "Mr. Freedom" con su groove aplastante que nuestro cuerpo pedía, para poder llegar al éxtasis, un sonido muy compacto, y que seguro que te atrapa a ritmo de guitarreos, carne de directo.

"D.C. Sound Attack", una de mis preferidas y imprescindible del disco, un gran tema de Blues Rock, con una armónica genial, y en la que solo piensas, ¿porque se hace tan poca música así? Como diría Otto: ¡Viva Led Zeppelin!. Hay tiempo para baladas como "Gone Cold" donde las revoluciones bajan, pero no la calidad. Donde coger aire con canciones así, donde una voz aterciopelada nos calienta en la fría noche se agradece. "Unto the Breach", una descarga de garra, canción directa a la yugular, donde una cerveza en la mano acabaría cayéndose seguro. Es que no puedes perderte mil detalles que te guarda el disco, como fuerza las cuerdas vocales en "The Face". O el manejo de las vaquetas en "Book, Saddle, And Go" posiblemente donde mejor suenan en conjunto, lo que tiene la experiencia y la gran cantidad de rodaje.

Ponte "Earth Rocker" ahora mismo, sin excusas, que mejor forma de animarse un día, ¡que a base de Hard Rock! Perfecta, para petarlo en un bar lleno de amigos o solo en tu casa. Clutch nos regala otro pepinazo como siempre.

                                                                 
                                    
                                        


Autor reseña: Jorge Bielba.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Watain- Lawless Darkness (Black Metal)-2010

Sinceramente, no me considero un gran conocedor de Black metal, pero aun así, de vez en cuando me adentro en su densa oscuridad y me muevo entre sus pilares clásicos. Y la mayoría de veces, siempre acabo sumergido en el mundo tenebroso de "Watain" y sobretodo en este disco. "Lawless Darkness" es un cántico a todo el mundo Black y su filosofía, creencias y deidades. Lleno de furia y odio, y a la vez, belleza...


La verdad es que una propuesta de 70 minutos, muchas veces asusta, porque es fácil caer en la monotonía y que acabe aburriendo el disco. Pero no es el caso de los suecos en este álbum, ya que como se ve en la portada, una vez eres atrapado por el agujero negro y te transportas a su mundo paralelo de oscuridad, ya no necesitas salir. Cada canción tiene su toque diferente, y atrayente que hace que se te pase pase el tiempo volando.

En el disco entras de cabeza, si o si. Sin intros ni nada, tralla ya desde el principio en "Death's Cold Dark" y es literalmente como el título te indica, una muerte fría, donde todos los instrumentos despliegan sus artimañas, se ve muy bien el gran entendimiento entre la guitarra y la batería.

Uno de los momentos álgidos del disco, es "Reaping Death" una estampida de técnica, y gritos que te erizaran la piel, cual grito de guerra, donde las melodías y la velocidad van cogidas de la mano. "Four Thrones" y "Wolves Curse" son dos temas, con una estructura de Black clásico, riff potente y veloz, una batería atronando todo a su alrededor, coros que juegan con la voz. Tengo entendido, que "Watain" debe ser un mismísimo ritual satánico en sus directos.

Uno de los detalles que más me gusta del disco, es que la canción que le da nombre al álbum "Lawless Darkness", es un instrumental de 6 minutos, donde se ve delicadeza en sus melodías, una belleza acústica y brillante. Un gran solo de guitarra, que me transmite como una leve luz entre tanta oscuridad. "Total Funeral" es otra obra que no te puedes perder, Blach and Roll, como si "Motohead" en versión Blacker compusieran una canción, me encanta. Pero lo genial, es que lo mejor se lo dejan para el final, la última canción, "Waters of Ain", una odisea de 14 minutos, sin limites, su poder fluye por donde quiere. Donde los cambios de ritmo, y las atmósferas se van sucediendo, cerrando con el mejor trabajo de guitarras de todo el disco, 4 minutos donde el juego con las cuerdas, es perfecto. ¡Que manera de acabar!

Estoy seguro que a todos los seguidores del Black, apreciaran esta obra, y los que no lo sean, sin duda es una gran oportunidad para adentrarse en estos fríos y densos mundos. Totalmente recomendado.


Autor reseña: Jorge Bielba.


viernes, 7 de noviembre de 2014

Be'lakor- Of Breath and Bone (Death Melodic)- 2012

Normalmente asumimos el sonido del MeloDeath como un sonido europeo, y más concretamente de Finlandia o Suecia. Pero en cada regla siempre tiene que haber una excepción, y ahí entra "Be'lakor", un grupo Australiano (hacen más cosas que Hard Rock), con muchas influencias del sonido de Gotemburg de los inicios, pero con sus detalles personales y la receta de como sacar discazo tras discazo.


"Of Breath and Bone", es su tercer disco de estudio y el primero de ellos que llego a mis manos, o mejor dicho a mis oídos en el 2012, y me pareció sin duda uno de los mejores álbum del año. Canciones muy pegadizas con melodías, estribillos y riffs que aun tendrás bien metidas en la cabeza una semana después de haber escuchado el álbum. Si a esto le sumamos toda la tralla que le meten, estos adoradores del príncipe demonio de Warhammer (también se llama Be'lakor, de algún sitio habrán sacado el nombre,¿no?) hace que deban tener un pedazo de directo, que sin duda no me importaría vivir.

Solo con escuchar el tema inicial, "Abeyance" vemos toda la intensidad y las melodías que imparten en sus canciones, con una voz gutural muy bien trabajado y riffs que machacan todo el tema, mientras los pianos (de las mejores partes cuando aparecen) y las guitarras juegan. Cambios de ritmo muy acertados, de la calma a la pura velocidad por ejemplo en " Remmants". Y es que los australianos, saben muy bien como hacer las cosas, divertirnos y alucinarnos, haciendo que temas de nueve minutos como "In Parting" y "The Dream and the Waking" dos joyas, que se nos pases volando sin darnos cuenta. Me encanta los pasajes acústicos con los que de repente despliegan toda la artillería, vuelvo a decir, que me encanta el trabajo de los pianos y el toque delicado que ponen, por ejemplo en el final de The Dream and the Waking.

Así que buen disco, emotivo, vibrante con el que pasar un buen rato, no tienen un sonido innovador, pero si un muy buen trabajo que les hace destacar en un estilo donde hay mil grupos que intentan aspirar a los reyes del Death melodico. Y ellos no van por mal camino para estar en las primeras filas, sin duda.


Autor reseña: Jorge Bielba.
 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Mike Oldfield- Ommadawn- (Folklore/ Rock)- 1975

Yo creo que no se puede pedir más, Mike Oldfiled en estado puro y en estado de gracia, pues este "Ommadawn" está más cerca de la magia que de la música. Van pasando las décadas y sigue siendo la misma maravilla que no pasa de moda. ¿Que no lo has escuchado nunca? Pues te aseguro que te atrapará e hipnotizara desde el primer instante que comience a sonar; ya te digo, es Magia.


Puede que sea uno de los discos a los que más cariño le tengo, ya que me lo ponían mis padres desde pequeño, incluso desde el embarazo. Pues así he salido yo. Y que aun me quede embobado escuchándolo.

Bueno, todos conocemos el nombre de Mike Oldfield, sin duda uno de los grandes compositores de la épocas modernas. Pero no se sabia mucho más de él, aparte de que hacia música como nadie. Una persona, que evitaba la prensa y la gente, que prefería aislarse del mundo, rodeándose de naturaleza y cosas sencillas, y de ahí salio esta obra, en donde nos mostraba su cara (muy Jesucristo) en la portada. Una obra donde con su música tan propia y característica, junto todas las influencias folklóricas, sobretodo celtas, aun que también podemos ver instrumentos y pasajes propios africanos. Dicen, que borro un montón de material grabado, porque no quedaba totalmente satisfecho. Ni me imagino lo que nos hemos perdido.

Pero el resultado fue perfecto, y es que solo con las dos primeras pistas, "Ommadawn Part I" y "Ommadawn Part II", podemos echarnos las manos a la cabeza. Nada más suenan las primeras notas, se me pone la piel de gallina, y sigo en mi cabeza esas melodías y es que son dos canciones de 19 minutos, donde todo es perfecto e inmejorable, alegría, felicidad, suspense, melancolía, añoranza, emotividad, calma, mil sensaciones que nos vendrán y nos rodearan. Donde nos imaginaremos por prados verdes, pues este es el color del disco, un sol radiante, un cielo azul, el olor de un queso fuerte, una fiesta en mitad de un prado, donde solo hay colores y niños sonriendo. Donde la música se hace arte. Los mil instrumentos suenan y se combinan, instrumentos de viento, de cuerda, coros, y unos pasajes de guitarra que sin duda son de lo mejor de la carrera de Mike Oldfield. No os cuento lo que os encontrareis, eso os lo dejo a vosotros.

Perderos en este disco una y mil veces, por favor, porque merece muchísimo la pena. Puede que sea de los discos que más veces he escuchado en mi vida, y nunca jamas me he cansado ni un solo instante, siempre es el volver a empezar, e incluso mejor sabiéndose el camino por donde nos llevara la música.


Autor reseña: Jorge Bielba

lunes, 3 de noviembre de 2014

High On Fire- De Vermis Mysteriis (Doom/ Stoner)- 2012

¡Vaya discazo es De Vermis Mysteriis!, para mí el mejor disco de un grupazo como es "High On Fire", con el que siempre nos quedamos satisfechos con cada entrega. Venían de un disco muy criticado por ser menos denso y pesado más cercano al Rock, aun que tengo que reconocer que a mi me pareció una perla diferente pero genial también, es lo que tiene ser un pureta de los grupos que tengan que hacer siempre lo mismo. Pero con este disco, volvieron a lo que sabían hacer y de que manera, me quito el sombrero a base de mover la cabeza ante el mítico "Matt Pike", un diestro de la guitarra y los sonidos pesados, que junto a sus dos fieles escuderos, "Jeff Matz" y "Des Kensel" nos tienen preparado un muy buen rato. Sin duda fue de lo mejor del 2012.


El disco, es una obra conceptual inspirado en un grimorio de "Robert Bloch", y que H.P. Lovecraft incorporó a sus mitos de Cthulhu. Una historia centrada en un gemelo de Jesús que murió durante el alumbramiento, y su viaje al encontrarse un pergamino de un antiguo alquimista chino, quien es capaz de ver el pasado mediante los ojos de sus ancestros. Con esto entendemos un poco más el porque de esta llamativa portada.

El álbum, es como un paseo de una apisonadora en un día de tormenta, solo que tu no estas en la apisonadora, ¡ahí la gracia!, mejor intentar huir. Disco repleto de grandes temas, donde los encontraremos al más puro Doom como "Madness of an Architect" contundente y lenta, con unos riffs algo bluseros que le van a la perfección. O "King Of Days", una historia de aventuras, con un sonido muy épico y Doom, pocas canciones de esta temática habrá así, brutal.

Pero si este disco es una obra maestra es por algo, y los momentos de velocidad de algunas canciones como "Fertile Green", donde la voz rota me encanta, de las mejores del disco. "Serums of Liao" que abre el disco a mamporro limpio de una gran habilidad en la batería y la voz a lo Motorhead, que nos hace sonreír. Pero si un tema me ha sorprendido es "Spiritual Rights" una orgía de truenos donde todos los instrumentos se alían para hacer una contundencia con una velocidad pasmosa en esta canción, muy Thrash. "Samsara", creo que es la primera canción que presenta "High on Fire", y donde se puede escuchar la habilidad de este dios del Riff, con un bajo que no se le queda nada atrás. Pocas palabras hay para definir esto.

Es que es denso, potente, duro, pesado, con cambios donde la voz nos demuestra diferentes facetas donde se adapta siempre a la perfección, con una instrumentación de 10, contándonos una historia, donde la agonía y el misterio se juntan. Es perfecto, es un disco perfecto.


Autor reseña: Jorge Bielba

Orphaned Land – Mabool: The Story Of The Three Sons Of Seven (Oriental Progressive Death Metal) - 2004


¡Saludos! Quiero agradecer a Jorge que me haya ofrecido la oportunidad de colaborar en este blog, y para ello, aprovecho para estrenarme con uno de mis grupos favoritos: "Orphaned Land". Este grupo israelí reune muchas características que lo vuelven un grupo único. Para empezar, el cruento conflicto que se vive en Oriente Medio se ve reflejado muy claramente en la esencia del grupo, ya que trabajan activamente para la paz y la reconciliación entre pueblos, especialmente entre el palestino y el israelí. Esencia en la que también destaca el sonido, formado por una amalgama curiosa de metal progresivo con toques Death y Doom, e inspiradamente arreglada con una instrumentación oriental excepcional. Si a esto le sumamos una temática profunda, compleja y de inspiración religiosa y letras narrativas muy cuidadas en inglés y hebreo, tenemos una forma muy personal de concebir la música y la vida.

Si bien llevan más de veinte años de carrera, lo cierto es que hasta la fecha han sacado únicamente un EP y cinco álbunes, publicados principalmente en los últimos diez años, tras el punto de inflexión que supuso “Mabool”. Este es, precisamente, el disco que he decidido reseñar, pues en él se encuentran todos los elementos característicos de Orphaned Land y que dan forma a este álbum conceptual que narra la historia de los tres hijos del Séptimo (símbolo de Dios). Los tres hijos, que representan a las tres religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo), fueron divididos y enviados a la tierra, donde como prueba deben salvar a la humanidad del Diluvio Universal (Mabool en hebreo). Es entonces cuando deciden construir un arca para salvaguardarse (una historia ciertamente familiar, ¿no?).


Pero pasemos a las canciones. El álbum se abre con “Birth of theThree (The Unification)”, que narra el origen y papel de los tres protagonistas. Ya desde el principio encontramos todos los elementos que caracterizan a Orphaned Land: instrumentación oriental, partes melódicas con la fantástica voz de Kobi Farhi unidas con fragmentos más duros donde la voz gutural del propio Kobi toma la iniciativa. Y por supuesto, muchos elementos progresivos que condensan en los casi siete minutos de canción toda la esencia de los israelíes. La siguiente canción, Ocean Land, explica la visión de los tres sobre el Diluvio en cuatro intensos minutos donde hay tiempo para los mismos elementos más algún solo y  un final melódico.

Tras esta introducción, llegan los dos temas con más tralla del disco: “The Kiss of Babylon (The Sins)” y Halo Dies (The Wrath of God), con un interludio llamado “A’salk” dondela voz femenina de Shlomit Levi recita a capella unos versos en hebreo. Ambas canciones largas guardan similitudes en cuanto a contenido: mientras “The Kiss of Babylon” empieza más Thrash para acabar progresivamente en un dueto precioso entre Kobi y Shlomit, “Halo Dies” empieza muy melódica y termina volviéndose el tema más duro del disco, para acabar de nuevo de forma más melódica. Durante las tres canciones se explica que Dios decide castigar al mundo por todos sus pecados. “A Call to Awake (The Quest)” sigue en la estela de sus predecesores, melodías orientales mezcladas con Death para narrar cómo los Tres intentan avisar a la humanidad, aunque no son creídos. “Building the Ark” es un tema más folclórico, despojado de toda dureza y donde destacan las voces limpias y que explica cómo finalmente deciden construir un arca. “Norra el Norra (Entering the Ark)”es una plegaria cantada exclusivamente en hebreo en la que los coros cobran completo protagonismo y que termina con un solo de piano optimista.

Y así llegamos al cénit de la historia, las cuatro últimas canciones del trabajo forman una suite que conforma el culmen de la narración. “The Calm Before the Storm” es, una canción acústica y muy atmosférica (nunca mejor dicho) en la que se puede imaginar cómo el cielo se oscurece y empiezan a caer las primeras gotas: la inundación está aquí. Tras la calma, llega la tormenta, auténtica protagonista de la historia y que es descrita en dos partes: “Mabool (The Flood)” y, para que no quede ningún género de dudas de su duración, “The Storm Still Rages Inside”. Aquí encontramos muchos elementos que han ido apareciendo hasta ahora: melodías duras y suaves, voces rasgadas y suaves, coros, pasajes en hebreo, un cúmulo de cambios de melodías progresivas y un épico final. Una vez la tormenta se ha calmado, vuelven a escucharse lo pajaritos, es la señal que ha llegado “Rainbow (The Resurrection)” el final de la historia narrado por una guitarra acústica.

En definitiva, se trata de una experiencia única, las melodías, la combinación de géneros y los arreglos son una maravilla para los oídos; la temática descriptiva también está muy bien encontrada, lo que hace más fácil de digerir una historia de inspiración religiosa que puede echar para atrás a los más escépticos. De todas formas, recomiendo encarecidamente prestar atención a las letras y, sobre todo al mensaje, es un precioso mensaje de paz que creo que hace reflexionar y abre más la mente. Si fuéramos más tolerantes y comprensivos con el vecino, ¡cuántas desgracias nos hubiéramos ahorrado!


 Autor reseña: Pau Edo Ferrando.