domingo, 1 de marzo de 2015

Birth Control- Operation (Rock/ Rock Progressive/ Krautrock)- 1971

Lo primero que hice nada más ver esta portada fue preguntarme qué demonios era semejante mierda. Arrastrado por la curiosidad y esperanza de que detrás de tal esperpento hubiera algún que otro tema que sonara medianamente bien, me aventuré a escucharlo, y hubo mucha suerte.


Birth Control se formaron en Berlín en el '66, sumergidos en la escena del Rock Alemán, más conocida como Krautrock (traducción literal: Rock Repollo). El Krautrock, cuyos representantes más conocidos fueron, entre otros, Tangerine Dream, Faust o Kraftwerk, se caracterizó por lanzarse, partiendo del Rock Progresivo, a la experimentación, aventurándose por los caminos de las nuevas tecnologías. No fue el caso de esta banda, que se mostró más reacia a seguir la corriente general de Alemania y, sin embargo, más favorable a emular lo que nacía en Inglaterra. Fueron influenciados esencialmente por bandas tales como Ten Years After, The Doors, The Jimi Hendrix Experience o Procol Harum.

El nombre, Birth Control, fue reacción a unas declaraciones que el delegado sindical de Dios en la tierra coetáneo (Pablo VI), realizó sobre los métodos anticonceptivos. Todas sus portadas se caracterizaron por ser desafiantes, rayando, como en esta que os traigo, lo desagradable. Unas veces estuvieron relacionadas con la natalidad y otras con cosas que váyase a saber usted qué demonios eran, pero igualmente feas. El estilo de Birth Control es cuanto menos curioso: cada canción se encuentra en una onda musical distinta, cuyas influencias son fácilmente distinguibles, con la peculiaridad de su duración, habitualmente más larga que lo habitual en los grupos en quienes se inspiran. 

“Operation” fue el segundo trabajo de estos alemanes, publicado en 1971 y compuesto por seis temas. Es difícil encontrar información de esta banda, y aún más de este álbum, así que es realmente poco lo que se puede comentar tanto de su recepción, como de la producción o similares. Lo que sí puedo afirmar es que se ha convertido en cierto modo en una rareza. El LP original no baja de los 50 napoleones, y las reediciones que se han hecho han sido muy contadas, la mayoría de ellas en suelo germánico, por lo que cabe deducir que el grupo, tanto en su período de máximo esplendor, como posteriormente, no fue demasiado apreciado en el resto del continente (¿Sería por sus portadas? De ser así, se lo merecían).

El disco se inicia con “Stop Little Lady”, tema de siete minutos que, si bien comienza con algo que podría recordar al progresivo, no tiene nada que ver en cuanto avanza un poco, convirtiéndose el estilo del corte en algo muy próximo a una mezcla entre The Doors y Ten Years After. A estos segundos en especial, cuando sobre el tercer minuto, deciden apartarse de toda línea vocal y se lanzan a una pegadiza base instrumental, al tiempo que organillo Hammond y guitarra realizan unos sencillos pero muy melódicos solos que nos transportan al rock setentero más pureta.

En el segundo tema, “Just Before The Sun Will Rise”, no es difícil darse cuenta de como bebieron de The Doors. En él se encuentra el mismo estilo pausado, de ritmos bien marcados, línea vocal grave con ligera reverberación y tintes psicodélicos que caracterizó a la banda de Morrison.

El álbum se cierra con un tema, de once minutos de duración, ya muchísimo más próximo al Rock Progresivo que el resto de cortes, eminentemente sinfónico, de inspiración clásica, en el que el cantante opta por aproximarse más al registro vocal del vocalista de Procol Harum que a cualquier otro. La pieza cuenta con arreglos orquestales, e incluso con la curiosa aportación de un clavicordio en concretos y no muy largos fraseos, los cuales son acometidos con inspiración barroca.

Es este un disco del que todo aficionado al rock de principios de los setenta podrá sacar el máximo jugo y disfrutar del primer al último tema, si no se deja espantar por la portada.


Autor reseña: Alejandro Molina.