miércoles, 15 de julio de 2015

Kyuss- Blues For the Red Sun (Stoner)- 1992

"Estamos en el 1992 después de Jesucristo. Toda América está ocupada por el movimiento Grunge... ¿Toda? ¡No! Una aldea en mitad del extenso desierto poblada por irreductibles melenudos todavía resiste al invasor"... y con esta famosa intro adaptada de Asterix y Obelix, podríamos comenzar esta reseña sobre Kyuss. Y es que en aquella década de los 90 donde parecía que se apagaba todo el esplendor que definía los maravillosos 80, nos iba a dejar una sorpresa. Y es que aun quedaba un destello de genialidad que haría que se forjaran los cimientos del Stoner.

 Era corriente que en mitad del desierto californiano se juntaran grupos jóvenes en locales perdidos de la mano de Dios, para hacer jams sesions. Mamando de diferentes influencias como el Blues, el Hard Rock, el Thrash y el Groove, y mezclado con músicos de gran calidad. Se consiguió plasmar este sonido a la perfección en el estudio y con ello un movimiento que hoy en día aun está muy vivo.


Con su segundo disco "Blues For the Red Sun", Kyuss dejaba bien claras sus intenciones, donde todo estaba hecho a propósito y nada era fruto de la casualidad. Hasta el nombre del disco, que era un tributo a uno de los capítulos de la serie "Cosmos" de Carl Sagan, Blues For the Red Planet. Y es que le viene como anillo al dedo, ya que dentro del plástico encontraremos mucha arena, paisajes áridos y soledad que bien puede definir al planeta rojo.

Abren el disco con "Thumb" donde ya se puede apreciar el primer riff machacón y esa voz que tanto define a este grupo. Tema potente que explota en la recta final dejando bien claro lo apisonadoras que pueden ser. La siguiente canción "Green Machine" sin duda será el estandarte de este grupo durante toda su carrera, donde se ve a la perfección lo que es esta banda, una base fuerte y hambrienta que crean la batería y el bajo que viene con un solazo incluido, una guitarra afilada que no parará en todo el trabajo de inventar y esa voz visceral. Es verdad que las letras no se considerarán de una gran prosa, pero no se puede dudar lo directas y fuertes que van dirigidas.

Mientras van pasando los minutos, va quedando más claro que estos sonidos se asentaron con la idea de una jam sesion. Donde en la improvisación se puede apreciar en mitad de cualquier canción o en los temas cortos e instrumentales que plagan el disco, como "Molten Universe" o "Apothecaries' Weight" con su inicio más suave y sensual que va derivando en las distorsiones y la tralla. Otra de las paradas obligatorias sería "50 Million Year Trip (Downside Up)", donde no les tiembla el pulso y muestran que la dureza del sonido puede ir acompañada de la mano con la melodía. Más pausada y baladita es "Thong Song" donde la voz desgarrada encaja mejor en los movimientos de la época con esos punteos iniciales tan marca de Nirvana. 

"Writhe" podría ser otro de los temas clásicos del grupo, donde se vuelve a destacar la improvisación y el solo de guitarra que tiene vida propia. "Allen's Wrench" y Mondo Generator" cierran el redondo, dejando el pistón bien alto y el acelerador bien apretado con la voz distorsionada de Oliveri. Bueno, cierran el redondo si no contamos la canción de cuatro segundos "Yeah" del que el nombre no deja mucho a la imaginación de lo que vamos a oír. 

Disco que ya ha pasado a la historia, que bien ha repercutido a crear un movimiento como el Stoner y que recomiendo escuchar de principio a fin como un todo, más que como canciones sueltas. Después de este disco vendrá otra genialidad como "Welcome to Sky Valley" y por culpas del mercado y la popularidad, Kyuss tubo que acabar disolviéndose. Pero bien merece la pena una corta vida, pero bien escrita en piedra, donde ellos consiguieron diferenciarse de la tónica que plagaban las calles y las radios con su sonido tan especial.


Autor reseña: Jorge Bielba.





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